martes, 16 de marzo de 2021

Reseña 123° || Hate thy neighbor || S.M. Soto

|| Hate thy neighbor ||
|| S.M. Soto ||
||  Novela rosa, Romance contemporáneo, ficción, humor ||
|| Páginas: ||
|| Idioma: Inglés 353 ||
|| Fecha de publicación: julio de 2020 ||
Un romance independiente de enemigos a amantes.

Recién salido de un compromiso fallido, Olivia Hales necesita urgentemente un nuevo comienzo. Cansada de ser la chica encantadora y complaciente que siempre es pisoteada, está decidida a cambiar su perspectiva de la vida.

Cuando encuentra el trabajo de sus sueños en un pequeño pueblo de California, cree que finalmente ha encontrado su lugar en la vida. Es decir, hasta que conoce a su nueva vecina.

Bancos romanos.
Malhumorado. Mal hablado. Imbécil.
Y el hombre más sexy del planeta.

Con un extenso metro ochenta y cinco, estaba fríamente distante y físicamente intimidante. Su nuevo vecino no solo era un Dios que era bueno con sus manos, sino que también era un idiota de grado A. Atrapados en la misma calle, compartiendo el mismo espacio juntos, se han atrincherado en un juego adictivo, ridículo e interminable de insultos y bromas que resultan en la destrucción de dos hogares en perfecto estado.

La tensión entre ellos es tan gruesa como delgadas las paredes de sus casas. El toque de Roman ardía como el fuego incluso cuando sus palabras eran heladas, y ambos no se detendrán ante nada para hacer que la vida de los demás sea un infierno.

En medio de las bromas y el odio que se albergan el uno al otro, Olivia retira lentamente las capas del hombre de al lado y se ve consumida por querer arreglarlo a él y a su pasado. Cuando ambos enemigos comienzan a sentir algo por el otro, Olivia se encuentra escondiendo sus propios secretos, sin querer perder a otro hombre en su vida.

Se dibujan líneas. Se establecen reglas estrictas. Pero eso no impide que Olivia quiera salvar al tranquilo y melancólico vecino.

Dicen que se supone que debes amar a tu prójimo, pero esa fue la emoción más lejana que sintió al pensar en Roman. El odio era todo lo que había en su relación. Por lo menos, eso es lo que trató de decirse a sí misma.
Este libro en especial me sorprendió mucho, esperaba una historia un poco cliché, pero wow la historia de fondo no es nada de lo mismo. Me sentí un poco identificada con Olivia, porque no por orgullosa ni nada, pero me gusta sentir que puedo hacer las cosas por mi sola, en el caso específico de Olivia, ella terminó su compromiso y decidió irse vivir sola a otra ciudad. Tiene un vecino, Román, muy guapo pero antipático con ella por alguna razón sin embargo Max, un husky la adora. 
A lo largo de esta historia te pasa de todo, ríes a carcajadas o por lo menos a mí si me las robó, y de repente te oprime el pecho porque como en todas las situaciones injustas que leo, no puedo evitar sentirme frustrada por las cosas que no podemos controlar y solo tenemos que ver a los chicos intentando resolver los paradigmas de la vida. 

Hay historias que pasan a lo largo de la trama que hace que odies un poco a los personajes por no reaccionar correctamente con los demás o por lo que sería no complicar tanto, pero de nuevo no podemos entrar y decirles como actuar. Cada quien hace lo que le sale de la cabeza y pues ya, al final somos personas. No voy a justificar algunas que otras cosas que pasaron y que me sobrepasaron, cada quien tiene su punto de vista por lo que haz lo que quieras pero no me responsabilizo de esta lectura. 
A pesar de ello, uno de los puntos que más valoro sobre los finales en libros es el que me terminen la historias hasta el final, de ser posible de que me digan que se mueren los personajes, me gusta saber que pueden tener un final total donde enfrentan evidentes problemas pero que al final pudieron superarlo todo y vivieron como se merece, eso es una real caricia al corazón para mí, sin embargo, he de decir que pareciera el inicio de otra historia, evidentemente no he investigado más jajajajaja. 

Te puede interesar

De vuelta estamos di

Hola mis queridos lectores... ha pasado mucho, mucho tiempo desde que escribí, hoy me pregunté que pasaba por acá y aunque no ha habido much...