Tengo que admitir que esta trilogía la leí hace unos buenos 3 años, y la verdad es que con mi inocencia en el mundo lector y con tan solo casi 17 años me enamoré perdidamente de Luis Fuentes, el más pequeño de los hermanos, ya que Alex me daba miedo la verdad, y en el caso de Carlos me parecía demasiado impulsivo.
Pasó el tiempo y apenas hace un mes me volví a leer esta triloíga entera, y he de admitir que solo unos pocos libros de verdad llegué a releer. Solía pensar que no era verdad eso de que al releer o te vuelves a enamorar o reflexionas sobre el momento de la vida en el que te encontrabas cuando creías haber descubierto una joyita literaria.